Ni vuelta de página ni otro punto final

La Asociación de Profesionales en Lucha repudia enérgicamente los dichos del presidente Alberto Fernández.

Los dichos de Alberto Fernández en el acto de Campo de Mayo merecen el mayor repudio de todos aquellos que luchan contra la impunidad de ayer y de hoy, el negacionismo y el olvido.

La alegría de Alberto porque los oficiales “…son hombres de la democracia, egresaron de sus escuelas en democracia…” y que ello “… amerita que de una vez por todas demos vuelta la página y celebremos…” nada tiene que envidiarle a la posición del macrismo desde el primer día de su gobierno, pero tampoco sorprende puesto que todos los gobiernos constitucionales tuvieron la intención de reconciliarse con los genocidas.

Alberto engalana el hecho que sean egresados en la democracia como si gracias a ello se hubiese avanzado en la recuperación de la memoria, o se hubiese obtenido verdad y justicia.

Los juicios de lesa humanidad, siguen desde el 2007 realizándose a cuentagotas, sin que el Estado abra los archivos de la dictadura, por lo cual deben basarse en los testimonios de las víctimas sobrevivientes que una y otra vez deben relatar la barbarie a las que fueron sometidas en los más de 500 centros clandestinos que hubieron en todo el país.

Es el mismo Estado, que continúa desapareciendo y asesinando a jóvenes como Santiago Maldonado o Luciano Arruga. Es el mismo Estado el que mantiene a las fuerzas de seguridad intactas como fieles herederos de los Etchecolatz.

Las palabras de Alberto dejan explícito el carácter de un gobierno reaccionario y la adaptación de quienes decían levantar las banderas de los derechos humanos, como Agustín Rossi, nuevamente Ministro de Defensa y defensor acérrimo de César Milani, y quien no dijo ni mu ante las declaraciones del presidente.

Afirmando que el accionar genocida se debió a la inconducta de algunos militares, pretendió AF dar un nuevo punto final a una lucha inclaudicable de más de 44 años, pero al mismo tiempo esconde que el accionar genocida fue pergeñado y llevado a cabo en conjunto con la iglesia y los empresarios, bajo la atenta mirada del imperialismo.

La vuelta de página, justamente implica eso, desescribir la historia, desestimar la existencia de un genocidio, como un plan sistemático para secuestrar, torturar, asesinar, desaparecer, violar, apropiarse de niños y establecer un sistema de máxima opresión y deuda contra la vanguardia obrera y juvenil que despertó con el Cordobazo.

Por eso, este 24 de marzo, a 44 años del golpe genocida no damos vuelta la página y nos movilizamos con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, de forma independiente del Estado y todos los gobiernos de turno.



No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

Por Quilmes Hoy