En un nuevo capítulo que degrada la seriedad de la justicia argentina, el juez de la Cámara Federal de La Plata, Jorge Eduardo Di Lorenzo, decidió excusarse de intervenir en una causa de evasión tributaria que involucra al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. ¿El motivo? Nada menos que su condición de socio de la institución denunciada por la ARCA.
Mientras
el expediente investiga un presunto delito de apropiación indebida de
tributos, con consecuencias millonarias para el Estado y, en definitiva,
para todos los contribuyentes, el magistrado se aparta con un argumento
que roza lo caricaturesco: “soy socio del club investigado”.
Resulta
indignante que, ante una causa de tamaña gravedad institucional, el
juez pretenda presentarse como neutral apelando a un formalismo vacío,
cuando lo que demuestra es falta de profesionalismo y compromiso con la
función que juró cumplir
La imagen de la justicia en ridículo
La
decisión de Di Lorenzo no solo desnuda una alarmante liviandad, sino
que expone a la justicia al ridículo: un juez que debería ser garantía
de imparcialidad se autopercibe incapaz de juzgar solo por simpatizar
con los colores de una camiseta.
El mensaje hacia la sociedad es
devastador: en un país donde los ciudadanos comunes enfrentan embargos,
juicios y sanciones por incumplir con el fisco, un magistrado decide
apartarse por algo tan banal como su pertenencia a un club.
Un golpe a la credibilidad institucional
La
Cámara Federal aceptó la excusación bajo el argumento de evitar un
“temor de parcialidad”. Pero la decisión deja un sabor amargo: en lugar
de transmitir fortaleza institucional frente a los poderosos, la
justicia vuelve a mostrarse débil, complaciente y más preocupada por las
formas que por el fondo.
¿Hasta dónde se va a tolerar que las
simpatías futbolísticas se utilicen como argumento para eludir
responsabilidades en causas graves que comprometen millones en impuestos
evadidos?
Reviewed by Quilmes Hoy
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10:09:00 a.m.
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