La central obrera que lidera Antonio Caló cruzó en toda la línea la política económica del kirchnerismo. Pidió que “de una vez” asuma la inflación, ratificó su rechazo a la baja de ganancias anunciada por Cristina, y dejó abierta la puerta
para una unificación con la CGT de Moyano. Convocaron a un nuevo plenario para el viernes.