Fiestas de egresados: LA PROVINCIA INTIMO A BOLICHES BAILABLES

El gobierno de la Provincia busca endurecer las medidas contra los comerciantes y dueños de boliches que vendan alcohol a menores. Por eso, hoy terminó de notificar a  los dueños de estos comercios y a los intendentes del Conurbano para que profundicen las inspecciones en momentos en que comienzan a realizarse las fiestas de fin de curso.

         Los controles están a cargo de personal municipal, policial y del ministerio de
Salud de la Provincia, a través del Registro de Bebidas Alcohólicas (REBA). Ahora la novedad es que, en caso de detectar una infracción, se elevará el acta
al juez con los antecedentes del boliche ¿Para qué? Para que el magistrado conozca la historia de ese lugar y, si observa que es un comerciante reincidente, tenga herramientas para aplicarle todo el peso que la ley contempla, con la posibilidad de inhabilitar el comercio.

          “Nuestro objetivo es cuidar la salud de los adolescentes y hacer cumplir las leyes de nocturnidad”, explicó hoy el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia. Y para lograrlo, agregó, “estamos notificando a los responsables de bares y boliches y a los intendentes, tal como nos lo pidió el gobernador Daniel Scioli, para que trabajemos coordinadamente con los municipios, la Justicia y para que apelemos a la responsabilidad social de los empresarios”.

         En concreto, el artículo primero de la ley 11.748 deja absolutamente prohibida la venta, expendio o suministro de bebidas alcohólicas a menores de 18 años de edad. Establece para el supuesto incumplimiento de esta norma arresto de 30 a 90 días y multas de 10 mil a 100 mil pesos, y clausura de 30 a 180 días, según el caso.

         En la notificación que Salud envío por escrito a bailables y jefes comunales (con la intención de que redoblen el esfuerzo en las inspecciones), aparece citado ese artículo y otros de la ley de nocturnidad 14.050, en los que se prohíbe la presencia y permanencia de menores de 14 años en boliches o locales nocturnos y se explicita que los adolescentes, de entre 14 y 17, podrán permanecer hasta las 23 en boliches bailables pero no comprar ni recibir alcohol. También citan la prohibición de permanencia simultánea de menores con mayores de edad.

         “En el Conurbano hay unos 250 comercios habilitados y registrados como boliches bailables (categoría C3). A sus dueños el ministerio de Salud les dejó en claro que tienen prohibido realizar fiestas de fin de curso, porque en ellos no pueden permanecer menores de edad después de las 23 horas, tal como se expresa en el artículo 8 de la ley 14.050”, precisó Juan Lauro, titular del Reba.

          Aclaró que en el caso de los bares, si bien pueden albergar a menores de edad, no tienen permitido venderles ni facilitarles ningún tipo de bebida alcohólica.

         “Nosotros podemos realizar una clausura preventiva junto con el municipio, pero a la hora de determinar las penas el que decide es un juez”, explicó Lauro. Y agregó que, para colaborar aún más con la Justicia, “vamos a adjuntar al acta que llega a manos del magistrado todas las infracciones previas que el boliche o bar haya tenido para que extreme las medidas punitivas en caso de que reincida”.

DIVERSIÓN SIN RIESGOS

          De esta manera, la Provincia calienta motores para una campaña de verano que, según anunciaron desde Salud, profundizará los controles de las leyes de nocturnidad y de alcoholemia a conductores.

         Los especialistas de la subsecretaría de Adicciones y Salud Mental recordaron que fomentar la diversión sin alcohol previene consecuencias severas para la salud, como accidentes cerebrovasculares, hemorragias digestivas, desvanecimientos, estados de coma, traumatismos y muerte por choque en el tránsito, entre otras.

         Es que en la adolescencia, la propensión a sufrir estos efectos por ingesta abusiva de alcohol es mayor que en la adultez. El alcohol, inclusive, provoca más daños al cerebro en desarrollo de los adolescentes de lo que se solía creer, y les causa unas lesiones significativamente mayores que al cerebro de los adultos.

          “Los jóvenes aguantan más tiempo bebiendo y también dañan más sus funciones cognitivas. Una zona afectada es el hipocampo, que resulta crucial para la memoria y el aprendizaje”, explicaron desde la subsecretaría de Adicciones.

          Pero esto no es todo: la disminución de los reflejos y de las capacidades psicomotrices bajo los efectos del alcohol son motivo frecuente de choques y hechos de violencia.

          Finalmente, el ministro Collia pidió a los padres “colaboración y diálogo, para que la familia sea el primer espacio en el que se cuide de los adolescentes y se hable de los riesgos que entrañan los excesos y las adicciones”.

Por Quilmes Hoy